-
Arquitectos: leonmarcial arquitectos
- Área: 75308 m²
- Año: 2021
-
Fotografías:Lucho Marcial, Evelyn Merino Reyna
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Contexto:
El Museo Nacional del Perú se localiza al oeste del área intangible del Santuario Arqueológico de Pachacamac emplazado en el valle de Lurin, territorio que registra 3000 años de ocupación de culturas en sus márgenes dedicadas a la pesca y a la agricultura. El Santuario Arqueológico de Pachacamac muestra a través de su arquitectura un largo proceso histórico de transformación de ese territorio que incluye Formación Tardía (200 a.C.-200 d.C.),
Desarrollos Regionales/ Cultura Lima (200-600 d.C.), Imperio Wari (600-1100), Cultura Ychma (1100 d.C.) y Cultura Inca, convirtiéndose en el centro de peregrinación más importante de la costa central peruana conectado a los Andes por el sistema vial incaico. Hoy las pre-existencias arqueológicas de este oráculo coexisten con el tejido social de las urbanizaciones que rodean el Santuario creando un nuevo paisaje contemporáneo.
El MUNA se concibe como una nueva kancha andina, una infraestructura que teje e integra estos dos paisajes donde se evidencia la coexistencia del pasado y el presente en proceso continuo de descubrimiento y negociación. La infraestructura renueva posibilidades espaciales de intercambios colectivos ofreciendo interacciones dinámicas.
La arquitectura concientiza que la cultura está en proceso de construcción permanente.; El MUNA inscribe una gran cancha flexible cuadrangular de 126m x126m con un gran vacío interior, un volumen nítido y compacto en la hoyada árida existente que presenta el terreno resultado de la extracción de arena realizada durante décadas en el lugar. La intervención estabiliza y restaura un espacio degradado y vulnerable ocupando la excavación; libera a su vez un gran espacio abierto entre ella y la duna que la rodea.
La ubicación general es no jerárquica y trata por igual a todas las orientaciones de la infraestructura: las cuatro plataformas exteriores elevadas se relacionan con el Santuario Arqueológico de Pachacamac, el Museo de Sitio, el Pacífico, la laguna de Urpiwachak, el paisaje agrícola, el desierto del tablazo, así como las urbanizaciones en desarrollo de Julio C. Tello y Villa El Salvador.
Objetivos:
El MUNA pensado como centro y sede del Sistema Nacional de Museos tiene como objetivo principal preservar, conservar, restaurar, exponer y conectar la cultura arqueológica nacional a la cultura viva del presente. El edificio se organiza en tres programas principales: un Centro de Investigación y Conservación con programas educativos, Almacenamiento y áreas técnicas, y Áreas públicas de museo con colecciones conectadas a espacios sociales (auditorio, restaurante, biblioteca y grandes salas de uso no programado).
La infraestructura establece condiciones físicas sin barreras para generar encuentros entre investigadores, trabajadores y visitantes, propiciando una plataforma para el intercambio de conocimientos destinados a un contexto regional más amplio. La arquitectura del Museo propone un sistema de plataformas horizontales y espacialmente abiertas interconectadas verticalmente por un gran vacío de 25m x 25m x 25 iluminado de forma cenital, una amplia rampa se despliega en el perímetro de este espacio conectando las áreas de exposición temporal en el nivel de ingreso con las salas de exhibición principal en la parte subterránea del museo.
Visualmente, este espacio conecta todos los espacios de exhibición con las actividades sociales de arriba, un lugar para instalaciones e intervenciones temporales. Asimismo, el proyecto paisajístico del segundo nivel del edificio y su entorno de vegetación autóctona y local ofrece un ecosistema de actividades improvisadas. La estructura generosa y abierta del MUNA es fundamental si se quiere ofrecer la posibilidad de desarrollar la posibilidad de múltiples museologías y museografías en el tiempo. De esta manera, el museo juega un papel cultural fundamental en el desarrollo de la identidad nacional contemporánea en conexión con los paisajes históricamente variados del Perú, un proyecto que incluye nuestra identidad diversa para un futuro colectivo sostenible.
Performance:
La nueva infraestructura limita la presencia visual al construir el 70% de su programa bajo tierra: una decisión que beneficia a la infraestructura con resistencia sísmica (8 placas estructurales conectadas a un área técnica subterránea) y estabilidad térmica. La propuesta termodinámica general de la infraestructura del MUNA es pasiva debido a la implementación de losas gruesas naturalmente aisladas (que contienen tierra y plantas) en todas las superficies horizontales exteriores, y con la colocación de “adobes” móviles de concreto en la fachada (estructura textil) ,que regulan el asoleamiento y el viento, estos están separados 4,5 m del muro cortina interior que protege los espacios públicos del segundo nivel y dan acceso a los patios que iluminan el subsuelo y a su vez permiten el acceso al mirador en la azotea.
El vacío vertical se ilumina con luz cenital cuya intensidad se controla mediante louvers mecánicos que permiten diferentes condiciones de iluminación para las exposiciones temporales. La flexibilidad estructural del edificio no es solo una característica de los espacios de exposición sino también de los laboratorios y áreas de almacenamiento ubicados en los cuatro lados del edificio, los cuales pueden ser utilizados como grandes salas o ser divididos en salas más pequeñas según se vaya definiendo el programa.
Eliminar las restricciones espaciales y estructurales de estas áreas es una estrategia clave que brinda libertad de opciones a la futura Museología y Museografía que albergara la institución: la estructura y todas las instalaciones son independientes entre sí. Un anillo perimetral de instalaciones técnicas en todos los niveles del edificio coincide con amplios corredores de circulación permitiendo el mantenimiento general sin perturbar las funciones del programa principal adyacente.